EL franquisme que no marxa, Lluc Salellas i Vilar

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Os puede parecer que os tengo olvidados; no es así. Si no os he dado una miserable entrada que leer en los últimos quince días (¡quince!) ha sido por dos razones: una, que he encadenado dos de esos libros a los que quería dar una segunda oportunidad (y a los que no daré una tercera) y, dos, que, habiéndome fijado el 15 de noviembre como fecha límite para terminar el primer borrador de Tensando la cuerda (la segunda entrega de Perales), dedico todo mi tiempo a su escritura. Sin embargo, ha sido precisamente documentándome para la novela como he encontrado este libro del que os hablaré hoy.

El franquisme que no marxa, de Lluc Salellas i Villar, trata uno de los temas que, con más o menos protagonismo -no os voy a dar más detalles- aparecen en la novela. Se trata de un trabajo de investigación en el que el autor explica, en breves 128 páginas, las relaciones entre franquismo y poder político y económico que aún se mantienen hoy en día.

Está estructurado en tres partes; en la primera nos pone en contexto describiendo el periodo franquista y la manera en que afectó a la población, y, de paso, nos presenta en su salsa a algunos de los personajes que volverán a aparecer más adelante en el libro, para que podamos hacernos una idea del tipo de asuntos a los que se dedicaban. En la segunda compara las transiciones políticas de España, Portugal y Grecia y, en la tercera, sigue los pasos de los ministros de Franco a lo largo de la Transición y de la democracia, explicándonos cómo aprovecharon los cambios en España para asegurarse una posición privilegiada durante la nueva etapa del país y hasta qué punto el panorama político, mediático y empresarial sigue estando dominado, en buena parte, por los mismos de antes.

Recomiendo mucho su lectura para identificar no sólo a aquellos que siguen hoy marcando nuestras vidas con sus decisiones políticas o económicas, para así entender el porqué de muchas de éstas, sino también a otras personas (empresarios, principalmente) a las que se ha dejado de identificar con el franquismo y que, a través de los productos fabricados por sus empresas, nos acompañan en nuestra vida diaria. Muy importante también la vinculación entre las élites franquistas, la banca y los medios de comunicación, algo que ya sabíamos pero que nunca está de más recordar a la hora de cribar con un mínimo de espíritu crítico toda esa información que diariamente nos llega desde los más dispares intereses. Un libro muy interesante y, tristemente, necesario tras ese olvido tan conveniente que siguió a la Transición.

Un comentario

  1. […] los últimos años de este país (cuando digo últimos quiero decir los últimos ochenta), seguid este enlace a mi otro blog, en el que os cuento […]

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